Los nuevos desaparecidos son la Constitución Nacional y las veinte verdades Peronistas.
Todos deberíamos ser tratados de igual manera ante la ley o de no ser así deberemos reconocer y difundir que en argentina existe discriminación ambiental desde el gobierno nacional, sus dependientes y dependencias.
Que la prioridad en los gastos esta alejada de las necesidades del pueblo o próxima a los negociados con la cosa publica.
Reconocer que los derechos de algunos vecinos cercanos al poder son más importantes que los derechos de otros ante un mismo problema o de menor relevancia.
Que la falta de infraestructura sanitaria, obligación indelegable del estado en todos sus niveles, es el factor común a todos los barrios inundados y contaminados y es la causa/origen del importante impacto en la salud de mucho mas de 30.000 desaparecidos hace treinta y tantos años, diría que afectan a millones de argentinos abandonados por el estado ya que no hay agua segura, no hay cloacas, no hay plantas de tratamiento ni voluntad política para resolverlo.
Hoy reconoce Macri en un reportaje que las obras subterráneas no miden políticamente porque no se ven. (Se le escapo ante la evidencia).
Parece que algunos ciudadanos son escuchados y otros abandonados algunos son asistidos otros siguen abandonados, algunos reciben dos chapas de cartón y un colchón de poca vida como en Alte. Brown y otros en la Ciudad Autónoma 8.000 pesos como subsidio, entonces...
Cualquier ciudadano puede ser un infractor en argentina por lo cual deberá pagar su falta con una multa o similar pero cuando el estado discrimina pasa a ser un delincuente que no respeta los derechos humanos de su pueblo.
Como se arregla esto, me pregunto.
Si fuera correcta la anterior conclusión digo, ¿sirve la democracia argentina para que los ciudadanos comunes logremos una vida digna o es una utopÃía mediática?
Obsérvese que para algunas cuestiones de segunda importancia aparecen los millones rápidamente, sin embargo, para la infraestructura sanitaria continuamos esperando por 2010 años consecutivos y a nadie le importa demasiado, salvo, cuando el agua sucia le tapa la nariz.
Todos deberíamos ser tratados de igual manera ante la ley o de no ser así deberemos reconocer y difundir que en argentina existe discriminación ambiental desde el gobierno nacional, sus dependientes y dependencias.
Que la prioridad en los gastos esta alejada de las necesidades del pueblo o próxima a los negociados con la cosa publica.
Reconocer que los derechos de algunos vecinos cercanos al poder son más importantes que los derechos de otros ante un mismo problema o de menor relevancia.
Que la falta de infraestructura sanitaria, obligación indelegable del estado en todos sus niveles, es el factor común a todos los barrios inundados y contaminados y es la causa/origen del importante impacto en la salud de mucho mas de 30.000 desaparecidos hace treinta y tantos años, diría que afectan a millones de argentinos abandonados por el estado ya que no hay agua segura, no hay cloacas, no hay plantas de tratamiento ni voluntad política para resolverlo.
Hoy reconoce Macri en un reportaje que las obras subterráneas no miden políticamente porque no se ven. (Se le escapo ante la evidencia).
Parece que algunos ciudadanos son escuchados y otros abandonados algunos son asistidos otros siguen abandonados, algunos reciben dos chapas de cartón y un colchón de poca vida como en Alte. Brown y otros en la Ciudad Autónoma 8.000 pesos como subsidio, entonces...
Cualquier ciudadano puede ser un infractor en argentina por lo cual deberá pagar su falta con una multa o similar pero cuando el estado discrimina pasa a ser un delincuente que no respeta los derechos humanos de su pueblo.
Como se arregla esto, me pregunto.
Si fuera correcta la anterior conclusión digo, ¿sirve la democracia argentina para que los ciudadanos comunes logremos una vida digna o es una utopÃía mediática?
Obsérvese que para algunas cuestiones de segunda importancia aparecen los millones rápidamente, sin embargo, para la infraestructura sanitaria continuamos esperando por 2010 años consecutivos y a nadie le importa demasiado, salvo, cuando el agua sucia le tapa la nariz.
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